Mezcla la harina, el polvo para hornear, 1 cucharada de azúcar y 1/2 cucharadita de sal.
Forma un hueco en el centro de la masa y agrega 1 huevo, la mantequilla derretida y la vainilla. Revuelve hasta que la mezcla dé la apariencia de pedacitos de avena. Agrega el agua poco a poco y amasa por 5 minutos hasta obtener una mezcla suave y lisa. Cubre la masa con un pañuelo o servilleta de cocina y deja reposar durante 30 minutos.
Mientras la masa está en reposo prepara tu área de trabajo con un rodillo, un plato grande con una toalla de papel o bolsas de papel abiertas y harina extra para estirar las bolitas de masa, y una sartén grande con el aceite vegetal listo para el momento de empezar a freír los buñuelos.
Divide la masa en 12 bolitas y después cubrelas con una servilleta.
Calienta 3/4 de aceite en el sartén grande.
Coloca las bolitas de masa en tu superficie de trabajo previamente enharinada y estirá cada una con el rodillo.
Aplana cada bolita hasta formar un círculo lo más delgado posible pero sin que se rompa.
Para darle ese estirón extra al buñuelo colócalo sobre una cazuela al revés y cubierta con una servilleta de manta; y estira el buñuelo por los bordes con mucha delicadeza hasta que el buñuelo quede completamente delgado.
Para evitar que los buñuelos se peguen unos con los otros ponlos en una mesa cubierta con un mantel limpio mientras terminas de formarlos todos.
Fríe los buñuelos en aceite muy caliente solo por unos segundos hasta que estén dorados y crujientes
Después coloca los buñuelos en un plato cubierto con toallas de papel para absorber el exceso de aceite.
Sírvelos calientes o a temperatura ambiente y espolvoréalos con azúcar. Recuerda que el azúcar se sirve al momento de servirlos.
Mezcla la harina, el polvo para hornear, 1 cucharada de azúcar y 1/2 cucharadita de sal.
Forma un hueco en el centro de la masa y agrega 1 huevo, la mantequilla derretida y la vainilla. Revuelve hasta que la mezcla dé la apariencia de pedacitos de avena. Agrega el agua poco a poco y amasa por 5 minutos hasta obtener una mezcla suave y lisa. Cubre la masa con un pañuelo o servilleta de cocina y deja reposar durante 30 minutos.
Mientras la masa está en reposo prepara tu área de trabajo con un rodillo, un plato grande con una toalla de papel o bolsas de papel abiertas y harina extra para estirar las bolitas de masa, y una sartén grande con el aceite vegetal listo para el momento de empezar a freír los buñuelos.
Divide la masa en 12 bolitas y después cubrelas con una servilleta.
Calienta 3/4 de aceite en el sartén grande.
Coloca las bolitas de masa en tu superficie de trabajo previamente enharinada y estirá cada una con el rodillo.
Aplana cada bolita hasta formar un círculo lo más delgado posible pero sin que se rompa.
Para darle ese estirón extra al buñuelo colócalo sobre una cazuela al revés y cubierta con una servilleta de manta; y estira el buñuelo por los bordes con mucha delicadeza hasta que el buñuelo quede completamente delgado.
Para evitar que los buñuelos se peguen unos con los otros ponlos en una mesa cubierta con un mantel limpio mientras terminas de formarlos todos.
Fríe los buñuelos en aceite muy caliente solo por unos segundos hasta que estén dorados y crujientes
Después coloca los buñuelos en un plato cubierto con toallas de papel para absorber el exceso de aceite.
Sírvelos calientes o a temperatura ambiente y espolvoréalos con azúcar. Recuerda que el azúcar se sirve al momento de servirlos.
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